miércoles, 6 de enero de 2016

Maldita sea

Esto es serio.

Cuando el señor nuestro Dios, con ayuda de mis padres, claro, me creó, vio conveniente dotarme de una barriguita un tanto desproporcionada con el resto de mi cuerpo. Uso el diminutivo sin ninguna ironía, es que simplemente me reconcilié con ella hace año y medio y ya la nombro con cariño.

Esta desproporción, me llevó a originar cierta confusión entre mis prójimos.  Me han cedido asiento en el metro, me han acariciado la barriga con cierta ternura, me han dado la enhorabuena y me han preguntado abiertamente en más de una ocasión, de cuántos meses estoy,  todo ello bajo mi estupefacta y furiosa a veces mirada.

Curiosamente cuando me quedé embarazada de verdad, nadie me lo preguntaba o insinuaba. Pandilla de cabrones y cabronas.

Continúo.

Cuando cojo unos kilitos, lo que más se acentúa y dónde más se me nota, es en mi querida nueva amiga "mi barriguita" Podría yo pesar 200 gramos y seguiría teniendo conmigo a "mi barriguita"

Mi amiga Estefania Muñoz Murillo debe estar ahora echándose las manos a la cabeza, preguntándose "Qué he hecho?" No te preocupes, hoy has sido tu, pero mañana puede ser otro.

Con esto quiero decir al mundo facebook, que agradezco vuestro interés enormemente, pero que de momento la cigueña no ha venido a visitarnos aún. Simplemente estoy un poquito más gordifatis, porque anteriormente estuve de vacaciones. Sur, casa, tapas, mamá, quebiensabelatortillaenlaplaya y un largo etcetera que no viene al caso.

Os quiero a todos igualmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario